Induchucuiti farms
Asha Sharma

Asha Sharma

Las estrategias climáticas de California ignoran los pesticidas

Después de unirme a PAN en la primavera pasada, pasé mucho tiempo poniéndome al día sobre el panorama político en California. Inicialmente me sentí abrumada por las muchas estrategias y planes regulatorios del Estado para reducir o adaptarse al cambio climático.

Después de unirme a PAN en la primavera pasada, pasé mucho tiempo poniéndome al día sobre el panorama político en California. Inicialmente me sentí abrumada por las muchas estrategias y planes regulatorios del Estado para reducir o adaptarse al cambio climático. Sin embargo, rápidamente me di cuenta de un descuido evidente: cada estrategia excluye reducciones concretas en el uso de pesticidas químicos como medio para mitigar y adaptarse al cambio climático. Y eso es un problema enorme. Sin una menor dependencia de los pesticidas y un mayor manejo ecológico de plagas, California no logrará cumplir con sus objetivos climáticos, con los impactos del cambio climático y el uso de pesticidas que continúan recayendo desproporcionadamente sobre las personas de color. 

Se espera que el cambio climático agrave la exposición a pesticidas

Los efectos del cambio climático probablemente aumentarán el uso de pesticidas en el sector agrícola y aumentarán la exposición a pesticidas para las comunidades rurales y los trabajadores agrícolas, a menos que comencemos a incentivar otras formas de manejo de plagas. La investigación muestra que el cambio climático probablemente resultará en un mayor uso de pesticidas químicos debido a la disminución de la eficacia de los pesticidas y al aumento de la presión de plagas y las enfermedades. Estos hallazgos son muy preocupantes, dado que los pesticidas ya se aplican en tierras de cultivo en California a una tasa 4.5 veces mayor que el promedio nacional. 

Por supuesto, el aumento del uso de pesticidas aumentaría la exposición a pesticidas. Actualmente, la exposición a largo plazo a los pesticidas puede causar una serie de enfermedades y padecimientos, desde las enfermedades neurológicas hasta el cáncer. Sin embargo, las temperaturas más altas, bajo el cambio climático, también significarán una mayor toxicidad medioambiental y la volatilización de pesticidas (cuando un líquido o un sólido se convierte en un gas). La volatilización es una fuente principal de deriva de pesticidas, que causa enfermedades agudas a cualquier persona expuesta al vapor tóxico.  

Los efectos combinados del aumento potencial en el uso de pesticidas con una mayor volatilización podrían tener efectos ambientales desastrosos y efectos en la salud predominantemente para las personas de color. La exposición a los pesticidas ocurre principalmente en líneas raciales en California, y  los hallazgos de una investigación encontraron que “el 60 % de los códigos postales con la mayor proporción de residentes de color albergan > 95 % del uso de pesticidas agrícolas en el estado”.

Los trabajadores agrícolas, en particular, a menudo se encuentran en la primera línea de la exposición a pesticidas y los aumentos en el uso de pesticidas agravan otros efectos del cambio climático, como el calor extremo. Al aplicar pesticidas químicos, los trabajadores agrícolas usan PPE (equipo de protección personal) de gran resistencia que aumenta el riesgo de estrés térmico peligroso al impedir que el cuerpo se enfríe. Por lo tanto, la ropa protectora en la que confían los trabajadores para tomar precauciones contra la exposición a pesticidas aumentaría el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor a medida que aumentan las temperaturas debido al cambio climático.

Dado el aumento proyectado en el uso y la exposición a pesticidas, en particular para los residentes de color, el manejo ecológico de plagas y la transición para dejar de depender de los pesticidas químicos deben ser parte esencial de nuestras metas de adaptación y resiliencia climática en California.

Y… los pesticidas empeoran el cambio climático. 

En un ciclo particularmente destructivo, si bien es probable que el cambio climático aumente el uso de pesticidas, los pesticidas mismos pueden contribuir al cambio climático. Muchos pesticidas químicos desprenden emisiones de gases de efecto invernadero durante su producción, almacenamiento, transporte y aplicación. Mientras tanto, los sistemas agrícolas alternativos que limitan el uso de pesticidas químicos, como la agricultura orgánica, aumentan significativamente el carbono almacenado en los suelos de California.

Dry farm

Dado que el cambio climático probablemente resultará en un mayor uso y exposición de pesticidas, y cómo el uso de pesticidas puede aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero, California necesita urgentemente reducir la dependencia de pesticidas e incentivar el manejo ecológico de plagas y los sistemas agrícolas socialmente justos e inocuos para el clima, como la agroecología. Tanto la agroecología como el manejo ecológico de plagas se enfocan en imitar los ecosistemas naturales y en mejorar la salud del suelo y la resiliencia de los cultivos para evitar la necesidad de medidas de control de plagas en primer lugar. Aún, a pesar del cúmulo de evidencia, las estrategias de cambio climático del Estado se han mantenido en silencio en cuanto a la reducción del uso de pesticidas.

Nuestras estrategias climáticas excluyen los objetivos de reducción de pesticidas.

Hay dos estrategias climáticas generales principales en California: el Plan de Alcance de la Junta de Recursos del Aire de California y la Estrategia de Adaptación Climática de la Agencia de Recursos Naturales de California. El Plan de Alcance se centra en la mitigación del cambio climático, mientras que la Estrategia de Adaptación Climática se centra en—usted lo adivinó– la adaptación y la resiliencia al cambio climático. Ambas estrategias se encuentran actualmente en forma de borrador y en proceso de finalización por parte de las agencias estatales. Sin embargo, ninguno de los planes incluye actualmente los objetivos de reducción de pesticidas químicos o las metas para combatir el cambio climático en el sector agrícola.

El Plan de Alcance no dice nada sobre los pesticidas, mientras que la Estrategia de Adaptación Climática simplemente establece la necesidad de un manejo de plagas más seguro al informar sobre el uso de “pesticidas específicos”. Sin embargo, el Estado ya informa sobre el uso de pesticidas y las altas tasas de aplicación de pesticidas han continuado a pesar de los requisitos de notificación. Lo que se necesita son objetivos claros de reducción. 

Los objetivos específicos ayudarían a orientar inversiones significativas en incentivos para los agricultores que experimentan con prácticas alternativas de manejo de plagas y de cultivos, y en una expansión de los proveedores de asistencia técnica que se especializan en manejo ecológico de plagas y la agroecología. 

good soil

Crédito de la foto a Kandarian Organic Farms (Granjas Orgánicas Kandarian)

Ambos planes tampoco reconocen el poder de cambiar a sistemas agrícolas alternativos que reduzcan la dependencia química, como la agroecología o la agricultura orgánica diversificada para mitigar y adaptarse al cambio climático. Un enfoque a nivel de sistemas apoyaría los cambios en la gestión agrícola que tendrían un impacto mucho mayor para abordar el cambio climático que las estrategias actuales que se centran en medidas demasiado simplificadas, como son los cambios en prácticas agrícolas individuales.

El Programa de Suelos Saludables también ignora los pesticidas

El Programa de Suelos Saludables del Departamento de Alimentos y Agricultura de California, el principal programa en el estado destinado a incentivar las prácticas agrícolas  inocuas para el clima, ofrece incentivos a los agricultores para reducir la labranza (que algunos piensan que aumenta el carbono almacenado en los suelos), pero deja de lado los incentivos para que los agricultores reduzcan el uso de pesticidas.

Los fabricantes de pesticidas como Bayer (Monsanto) han comercializado con éxito los herbicidas como parte de la solución al cambio climático. Estas grandes empresas afirman que el uso de herbicidas permite a los agricultores reducir o eliminar la necesidad de labrar el suelo para controlar las malas hierbas, lo que aumenta la cantidad de carbono almacenado en los suelos. Sin embargo, la ciencia aún no se ha confirmado si los efectos de reducir la labranza en las reservas de carbono son significativos. Y sin labranza, los herbicidas generalmente se convierten en la forma principal de controlar las malezas en las granjas convencionales, lo que aumenta la dependencia de los herbicidas. 

Además del fracaso del programa para reconocer la asociación entre la labranza reducida y el aumento del uso de herbicidas, el programa no reconoce los efectos negativos de los pesticidas para la salud de los suelos. 

El Programa de Suelos Saludables se menciona en el Plan de Alcance como en la Estrategia de Adaptación Climática del Estado como clave para mitigar y adaptarse al cambio climático. Sin embargo, el programa no alcanza incentivar prácticas que reduzcan directamente la dependencia de pesticidas como sería el manejo ecológico de plagas.

Los agricultores están abriendo el camino

He mencionado el manejo ecológico de plagas y la agroecología varias veces. Pero, ¿cómo es realmente el manejo ecológico de plagas? Hablamos con algunos agricultores que están liderando el camino con estrategias innovadoras de manejo ecológico de plagas. Estas alternativas a los pesticidas químicos son prácticas y efectivas. Vea por sí mismo:

CRECE (Comunidad en Resistencia por el Empoderamiento Ecológico y Cultural)

CRECE es una granja urbana con sede en Santa Ana, California, profundamente arraigada en la comunidad local. Los copropietarios de la granja tienen como objetivo ayudar a los miembros de la comunidad–muchos de los cuales son inmigrantes que solían trabajar en la agricultura en México– a hacer la transición a trabajos dignos en la alimentación y la agricultura. Se enfocan en formar suelos saludables y, por extensión, cultivos saludables, para no tener que usar pesticidas en primer lugar. Ellos rotan cultivos, y utilizan mantillo, cultivos de cobertura y compost. Con el tiempo, estas prácticas han mejorado la salud del suelo y han minimizado la presión de plagas. Todavía ocasionalmente se encuentran con plagas como áfidos o moscas blancas, pero causan un daño mínimo gracias a la amplia gama de prácticas de manejo enfocadas en aumentar la diversidad de cultivos y desarrollar la salud del suelo, aumentando así la resiliencia de las plagas.  

Sin embargo, Abel Ruiz, copropietario de la finca, cree que los programas estatales para agricultores podrían hacer mucho más para apoyar a los agricultores urbanos que usan prácticas ecológicas de manejo de plagas y para garantizar que los agricultores comunitarios conozcan los programas en primer lugar. Ruiz dice que “no está al tanto de los programas que apoyan a las personas que intentan crear infraestructura desde un enfoque basado en la comunidad”. 

Nuestras políticas estatales podrían hacer mucho más para apoyar a granjas como CRECE que lideran el camino en la creación de sistemas comunitarios alimentarios y agrícolas que son ecológicamente responsables. 

Berkeley Basket

Crédito de la foto a Berkeley Basket

Berkeley Basket 

Berkeley Basket comenzó como un jardín de demostración para mostrar a los residentes locales que pueden cultivar alimentos en su propio patio trasero. Desde entonces, se han expandido a tres espacios residenciales diferentes en Berkeley y producen entre 40 y 50 cultivos en una temporada y sin pesticidas.

Berkeley Basket utiliza dos productos naturales para el control de plagas, aceite de neem (un repelente natural de plagas) y Serenade (un biofungicida), para ayudar a controlar el oídio y la roya, dos enfermedades comunes de las plantas. ¿Pero cuál es el mayor clave para cultivar sin pesticidas? Las diversas rotaciones de cultivos. Por lo general, una vez que notan daños en los cultivos por una enfermedad o plaga, simplemente hacen la rotación de ese cultivo la próxima temporada hasta que se resuelva el problema. La rotación de cultivos sin la misma susceptibilidad a plagas o enfermedades puede prevenir la acumulación de plagas o enfermedades.

Moretta Browne, codirectora de la granja, está de acuerdo en que las granjas urbanas a menudo quedan fuera de la conversación cuando se trata de cómo ayudar a los agricultores a implementar prácticas ecológicas responsables. Browne cree que es fundamental incluir una mejor representación de los agricultores urbanos en los programas estatales y el diálogo público “para que la gente de las zonas rurales y del centro de Berkeley pueda hablar sobre cómo el medio ambiente afecta cómo y qué estamos cultivando y cómo mitigar esos efectos”. 

Induchucuiti Farm

Crédito de la foto a Induchucuiti Organic Farms (Granjas Orgánicas Induchucuiti)

Induchucuiti Organic Farms (Granjas Orgánicas Induchucuiti)

Induchucuiti Organic Farms es una granja de vegetales de 4 acres con sede en Salinas, California. Está dirigida por Celsa Ortega Valvidares, quien utiliza únicamente prácticas de cultivo orgánico. Ortega cultiva sin pesticidas químicos plantando flores con propiedades repelentes de plagas y aumentando la salud y los nutrientes del suelo. De manera similar a lo que han mencionado otros agricultores, ella dice que la formación de suelos saludables conduce a plantas más sanas que pueden resistir mejor las presiones de las plagas.

Sin embargo, a Ortega le gustaría ver un apoyo y una tutoría más consistentes y accesibles en el idioma de la comunidad, especialmente en el tema de administración de empresas, para los agricultores y las agricultores como ella que emigran solos a los Estados Unidos con pocos recursos.

Kandarian Farm

Crédito de la foto a Kandarian Organic Farms (Granjas Orgánicas Kandarian)

Kandarian Organic Farms (Granjas Orgánicas Kandarian) 

Kandarian Organic Farms, una granja de 138 acres en el Valle de Los Osos, produce más de mil cultivos. El propietario de la granja, Larry Kandarian, ha cultivado orgánicamente, aprendiendo a “convivir con las malas hierbas” y formando suelos saludables. Controla las malas hierbas usando una herramienta llamada “arrastre” inventado por otro agricultor local y que esencialmente raspa las malas hierbas hasta un nivel manejable.

Para Kandarian, es fundmental que el gobierno de California ayude a apoyar la tutoría agrícola así como los los recorridos y el intercambio de agricultor-a-agricultor, para que otros agricultores puedan ver y aprender por sí mismos cómo las granjas como la suya funcionan sin pesticidas químicos. Porque como dice Larry, “ver para creer.”

Para concluir…

El uso excesivo de pesticidas químicos en California es una crisis de justicia medioambiental y racial que continúa sin cesar y solo empeorará con el cambio climático. Pero los agricultores nos muestran que los sistemas y las prácticas alternativos pueden poner comida en la mesa sin sacrificar la salud de los trabajadores agrícolas y los residentes rurales, la viabilidad económica de las comunidades rurales o el medio ambiente. Sin embargo, por poderosos que sean, estos agricultores necesitan apoyo.

El Plan de Alcance, la Estrategia de Adaptación Climática y el Programa de Suelos Saludables del Estado deben proporcionar objetivos claros de reducción de pesticidas y ofrecer incentivos para que los agricultores adopten prácticas de manejo y sistemas agrícolas que reduzcan la dependencia de pesticidas químicos, como el manejo ecológico de plagas, la agroecología y la agricultura orgánica diversificada. De hacerlo así, le daría fuerza a la estrategia climática del Estado y al fin comenzaría a abordar el legado histórico del racismo medioambiental y el desastre ecológico inherente a la agricultura con uso intensivo de productos químicos.

Asha Sharma

Asha Sharma

Asha has a decade of experience as an environmental and agricultural justice campaigner, organizer and researcher. She is passionate about agroecology and supporting food-growing communities in building power. Her previous work at the Union of Concerned Scientists and Mighty Earth resulted in dozens of agricultural and food companies improving their conservation and human rights standards and practices. She received her M.S. in International Agricultural Development from the University of California, Davis and her B.A. in Political Science from the University of Texas at Arlington. Asha is from Dallas, Texas and currently lives in Berkeley, California. In her free time, she loves to cook, garden and hike with her dog Frankie.

Share this post