multicolor-corn-glyphosate-statement
Picture of Pesticide Action Network

Pesticide Action Network

Amid U.S. and industry pressure, Mexico delays glyphosate ban

Traducción al español disponible a continuación.

On April 1, 2024, Mexico was set to follow through with its 2020 commitment to ban the toxic herbicide glyphosate (the active ingredient in Bayer’s Roundup in the USA and Faena in Mexico) by 2024. When the plan to phase out glyphosate and genetically engineered (GE) corn was originally laid out, Mexico’s government cited the purpose of the new policies as “contributing to food sovereignty and security” and the health of the Mexican people, as well as protecting native corn from contamination by GE pollen. Glyphosate is a pervasive herbicide frequently used on corn and other commodity crops, and genetically engineered corn is often modified to—among other things—be resistant to glyphosate.

We know that glyphosate is a probable human carcinogen classified by IARC-WHO; its harmful effects have been well documented. And, we know that genetically modified seeds threaten food sovereignty: GMO seeds are the intellectual property of Big Ag corporations, which facilitates the corporate capture of our food system—corporations control how they’re used, and influence policy that has led to the criminalization of cultural practices such as seed saving and banking.

President Andrés Manuel López Obrador knows this, too. He laid out these very reasons for why Mexico would phase out the use of both glyphosate and genetically engineered or modified corn in his original decree in 2020, where he also called for the support of agro-ecological practices in place of glyphosate; and in a second decree in 2023  limit the phase out of corn just for human consumption and confirmed the phase out of glyphosate.

Why then, would Mexico suddenly delay the glyphosate ban that was set to go into effect on April 1st 2024? Shamefully, that’s thanks to relentless pressure from the pesticide industry and the United States government. Fernando Bejarano of Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM) said, “Pesticide corporations, in alliance with big agribusiness, exert political pressure on both sides, through the US Trade Representative and in Mexico through the National Agricultural Council. The claim they are making is that no alternatives to glyphosate exist, but this claim ignores the fact that agroecological alternative practices are being successfully implemented by farmers at small, medium, and large scales and alternative bio-herbicides are in the process of being registered for commercial use in our country, as the National Council on Humanities Science and Technology and the Undersecretary of Food Self-Sufficiency have informed.

The United States and Mexico have been embroiled in trade disputes regarding this issue because the U.S. has continued to pressure Mexico to import genetically modified corn for human consumption, which Mexico refuses to do. At the same time, pesticide corporations continue to tout their false claim that farmer yields will suffer with no access to glyphosate. Agroecology is the viable alternative to pesticide-intensive farming, but because it doesn’t rely on their products to be successful, it makes sense that Bayer might want to keep farmers reliant on glyphosate and other pesticides.

PAN North America and RAPAM continue their unwavering support for Mexico’s refusal to import GMO corn from the U.S. Further, PANNA calls on the United States government, and specifically the U.S. Trade Representative, to immediately cease pressuring Mexico and other Global South countries to compromise the health of their citizens and the sovereignty of their food systems. This meddling allows Bayer and other pesticide manufacturers to continue to amass control of seed production and the agricultural industry as a whole, and, as was recently reported, is at the behest of those very corporations.

As these pesticide corporations’ power reaches beyond borders, global food sovereignty is further compromised. PANNA and RAPAM call for a global ban of glyphosate and the full support of agroecological alternatives to other highly hazardous pesticides. We continue to stand together in solidarity with the people of Mexico and call on President Andrés Manuel López Obrador to move ahead with its planned glyphosate ban with no further delay.

RAPAM logo in green


En medio de la presión de los Estados Unidos y la industria, México retrasa la prohibición del glifosato

El 1o de abril de 2024, México debía cumplir con su compromiso de 2020 de prohibir el herbicida tóxico glifosato (el ingrediente activo de Roundup de Bayer como se conoce en los EE. UU. y Faena en México) para el año 2024. Cuando el plan para eliminar gradualmente el glifosato y los productos genéticamente modificados (GM) se estableció inicialmente, el gobierno de México citó que el propósito de las nuevas políticas era “contribuir a la soberanía y seguridad alimentaria” y a la salud del pueblo mexicano, así como proteger el maíz nativo de la contaminación por polen transgénico. El glifosato es un herbicida omnipresente que se utiliza con frecuencia en el maíz y otros cultivos básicos, y el maíz genéticamente modificado a menudo se modifica para, entre otras cosas, ser resistente al glifosato.

Sabemos que el glifosato es un probable cancerígeno humano clasificado por la IARC-OMS (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer-Organización Mundial de la Salud). Sus efectos nocivos han sido bien documentados. Sabemos que las semillas genéticamente modificadas amenazan la soberanía alimentaria y las semillas transgénicas son propiedad intelectual de las grandes corporaciones agrícolas, lo que facilita la captura corporativa de nuestro sistema alimentario. Las corporaciones controlan cómo se utilizan las semillas e influyen en las políticas que han llevado a la criminalización de prácticas culturales como el resguardo para el intercambio de semillas.

El presidente de México Andrés Manuel López Obrador también lo sabe y en su decreto original de 2020 expuso estas mismas razones por las que México eliminaría gradualmente tanto el uso de glifosato como de maíz transgénico o modificado. También pidió apoyar las prácticas agroecológicas en lugar del glifosato; y en un segundo decreto de 2023 limitó la eliminación del maíz solo para consumo humano y confirmó la eliminación del glifosato.

Entonces, ¿por qué México retrasaría de repente la prohibición del glifosato que debía entrar en vigor el 1o de abril de 2024? Vergonzosamente, eso se debe a la presión implacable de la industria de los plaguicidas y del gobierno de los Estados Unidos. Fernando Bejarano de la Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM) dijo: “Las corporaciones de plaguicidas, en alianza con los grandes agronegocios, ejercen presión política en ambos lados, a través de la Representante Comercial de Estados Unidos y en México a través del Consejo Nacional Agropecuario. Lo que ellos afirman es que no existen alternativas al glifosato, pero ignoran el hecho de que los agricultores a pequeña, mediana y gran escala están implementando con éxito prácticas agroecológicas alternativas y que se están registrando bio-herbicidas alternativos para su uso comercial en nuestro país, así lo han informado el Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías  y también la Subsecretaria de Autosuficiencia Alimentaria”.

Los Estados Unidos y México se han visto envueltos en disputas comerciales sobre este tema porque los Estados Unidos ha seguido presionando a México para que importe maíz genéticamente modificado para el consumo humano, lo que México se niega a hacer. Al mismo tiempo, las corporaciones de plaguicidas continúan pregonando su falsa alegato de que los rendimientos de los agricultores se verán afectados sin acceso al glifosato. La agroecología es la alternativa viable a la agricultura intensiva en plaguicidas, pero como la agroecología no depende de sus productos para tener éxito, se entiende porque Bayer quiera mantener a los agricultores dependientes del glifosato y otros plaguicidas.

Pesticide Action Network of North America (Red Norteamericana de Acción sobre los Pesticidas: PANNA) y RAPAM continúan su apoyo inquebrantable a la negativa de México a importar maíz transgénico de los EE. UU. Además, PANNA pide al gobierno de los Estados Unidos, y específicamente al Representante Comercial de los EE. UU., que dejen inmediatamente de presionar a México y a otros países del Sur Global porque pone en peligro la salud de sus ciudadanos y la soberanía de sus sistemas alimentarios. Esta intromisión permite a Bayer y a otros fabricantes de plaguicidas seguir acumulando el control de la producción de semillas y de la industria agrícola en su conjunto y, como se informó recientemente, es a instancias de esas mismas corporaciones.

A medida que el poder de estas corporaciones de plaguicidas trasciende las fronteras, la soberanía alimentaria mundial se ve aún más comprometida. PANNA y RAPAM piden una prohibición global del glifosato y de los plaguicidas altamente peligrosos y el pleno apoyo a la alternativas agroecológicas. Seguimos manteniéndonos unidos en solidaridad con el pueblo de México y hacemos un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador para que avance sin más demora con su planeada prohibición del glifosato.

Media contacts:

RAPAM
Fernando Bejarano, Director
coordinacion@rapam.org 
WhatsApp +525541926483

PAN
Kayla Nichols, Communications Director
kayla@panna.org

Picture of Pesticide Action Network

Pesticide Action Network

Pesticide Action Network is dedicated to advancing alternatives to pesticides worldwide. Follow @pesticideaction

Share this post